El 7 de agosto, la violencia y las amenazas en la remota localidad de La Leonesa, en el norte de Argentina, impidieron que activistas comunitarios asistieran a la charla que un reputado científico tenía previsto pronunciar para exponer sus conclusiones sobre el impacto sobre la salud de las sustancias químicas con que se fumigan los cultivos de arroz y soja.