Chini Maqsoud y un hombre cuyo nombre se ignora corren riesgo inminente de flagelación por haber participado en una fiesta calificada por las autoridades judiciales de «depravada». Los artistas encargados de animar la fiesta, que se celebró el 21 de septiembre en Mashhad, en el nordeste de Irán, también fueron detenidos poco después.
