“Se ha desatado contra nosotros una máquina de matar que puede estar en manos de cualquiera con quien te cruces en la calle”, afirman los defensores y defensoras de los derechos humanos, que siguen luchando a pesar de la intensificación de los ataques de autoridades y grupos armados. Los defensores y defensoras sufren intimidación, hostigamiento, amenazas, violencia y homicidios selectivos.