Kalpana Chakma, destacada activista en favor de los derechos de los pueblos indígenas en Chittagong Hill Tracts, Bangladesh, fue secuestrada de su casa el 12 de junio de 1996, al parecer por militares. No se la ha vuelto a ver. Con motivo de nuestros 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, y en el aniversario de la firma del Acuerdo de Paz de Chittagong Hill Tracts, Kabita Chakma, también activista, habla del trabajo de ambas y de la constante lucha para que se haga justicia para Kalpana.
(Las opiniones aquí expresadas no son necesariamente las de Amnistía Internacional).
Me hice activista cuando me impliqué en la lucha por nuestros derechos indígenas en Chittagong Hill Tracts, Bangladesh. Trabajaba con la Federación de Mujeres de las Colinas en el distrito de Khagrachari. Nos preocupaba enormemente el hecho de que los medios de comunicación generales no mostraban la auténtica situación de las mujeres de las colinas: las torturas, los secuestros, las violaciones, la discriminación y los asesinatos de que son víctimas. Reclamábamos nuestros derechos, y así comenzó nuestra protesta.
Conocí a Kalpana en 1994, en una enorme concentración en la Universidad de Bagaichari. Era una de las muchas reuniones que organizábamos en distintos pueblos para difundir nuestra campaña. Recuerdo especialmente el enorme trabajo de Kalpana. Desplegaba una actividad tremenda para motivar a los estudiantes y a los miembros de la sociedad. Nos impresionaban sus dotes de liderazgo y sus discursos.Me enteré de su secuestro por mis colegas de la Federación de Mujeres de las Colinas. Ese día, cuando hubo concluido su trabajo de campaña (en favor de Bijoy Ketan, un candidato político que por aquel entonces representaba los intereses del pueblo indígena pahari), se fue a su casa. No teníamos ni idea de que se había convertido en objetivo del ejército. Los militares hacían lo que fuera para impedir nuestras actividades políticas, pero ni se nos había ocurrido que Kalpana estuviera en su punto de mira.
Nos quedamos atónitas, en estado de shock. Empezamos a protestar de inmediato en Chittagong Hill Tracts y en Dhaka (la capital). No sólo protestas, llevamos a cabo una campaña gigantesca. Acudimos a prácticamente todos los lugares que se nos ocurrieron para recoger firmas. Así fue como el secuestro de Kalpana captó la atención internacional. Por aquel entonces, las ONG y las feministas de Bangladesh nos ayudaron muchísimo y, gracias a ello, la cuestión obtuvo atención internacional. Trabajamos sin parar, y recibimos muchas amenazas, pero en ningún momento nos echamos atrás.
Tras el secuestro de Kalpana, su familia quedó totalmente devastada. Yo estaba en contacto constante con su madre, y la llevaba y la traía de Dhaka durante las investigaciones. Se quedaba en mi casa. Jamás olvidaré las lágrimas en sus ojos. Finalmente, el ejército obligó a Kalindi y a su otro hermano a abandonar su pueblo y trasladarse a otro lugar.
Por aquella época, la Federación de Mujeres de las Colinas se había hecho muy fuerte, y trabajaba muy activamente, sobre todo en Dhaka. Hacia 2001 publicamos un libro: El diario de Kalpana Chakma. Trabajábamos con todas las organizaciones de derechos humanos y ONG de Bangladesh sobre el caso de Kalpana. Gracias al activismo de la Federación de Mujeres de las Colinas, las ONG y las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres, el gobierno se vio obligado a formar un comité de tres miembros para investigar el secuestro, pero la investigación fue puramente nominal.
Seguimos queriendo justicia, y jamás diremos que está muerta. No hemos visto su cadáver. Ha sido secuestrada, y queremos saber qué le sucedió. Con tantas pruebas, y con sus dos hermanos como testigos, ¿por qué no se hace justicia? No importa lo que suceda, el tiempo que se tarde, seguimos queriendo justicia.
No ha habido justicia para Kalpana Chakma porque somos paharis. Porque Kalpana era una mujer pahari.
Creo que el activismo internacional como el que Amnistía Internacional está llevando a cabo es de una ayuda enorme. Tenemos confianza, pase lo que pase. Queremos que se complete la investigación. Kalpana no desapareció sin más. Sería estupendo que hubiera incluso más activismo internacional sobre este tema. No importa qué gobierno ocupe el poder, debemos seguir presionándolos. Cuando reciban suficiente presión, se verán obligados a hacer algo.
Actúa
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