La cara letal de las Olimpiadas de Río 2016

Los preparativos de Río para los Juegos Olímpicos de este verano podrían desencadenar otra oleada de violencia policial contra manifestantes y residentes de favelas.

El 5 de agosto de 2016, casi 12.000 de los mejores atletas del mundo se congregarán en Río de Janeiro para competir en un espectáculo deslumbrante. Hace siete años que Río ganó la candidatura de los Juegos, y entonces prometió una ciudad segura para todas las personas. Sin embargo, en estos siete años, las fuerzas de seguridad de Río han dado muerte a más 2.500 personas en la ciudad. En medio de los destellos y los festejos, ¿quién va a acordarse de ellos? 

Con las Olimpiadas cada vez más cerca, las fuerzas de seguridad siguen cobrándose vidas por toda la ciudad. Más de 100 personas han muerto a manos de la policía en el estado de Río de Janeiro en lo que va de año. La mayoría: varones jóvenes y negros.

En 2015, al menos 307 personas murieron a manos de la policía en Río.

Amnistía Internacional

Cuando el mundo está mirando

Es algo que ya hemos visto antes. En 2014, año en que Brasil organizó la Copa Mundial de Fútbol, los homicidios policiales en el estado de Río de Janeiro se dispararon en un 40%. Como parte de los planes de “seguridad pública”, se desplegaron fuerzas policiales y militares. Cuando aumentaron las tensiones, reprimieron con brutalidad a los manifestantes y desencadenaron una situación de violencia letal en las favelas. “Disparar primero, preguntar después.” No se exigió rendición de cuentas a nadie; las fuerzas de seguridad quedaron sin castigo por los asesinatos cometidos.

Ahora mismo se está adoptando la misma clase de planes de “seguridad púbica” con vistas a los Juegos Olímpicos de 2016. Ahora que la atención del mundo se vuelve hacia Brasil, los responsables de la seguridad deben jugar limpio y acabar con la violencia policial en las calles de Río. Súmate a nosotros y exígeles que lo hagan.

Joven, negro y sometido al terror de la policía

Brasil es, en cifras absolutas, el país con mayor número de homicidios del mundo: unos 60.000 asesinatos al año. Pero, de ellos, miles son obra de la policía, que prácticamente no rinde cuentas en ninguno de los casos. Muchos ven con indiferencia el hecho de que las víctimas sean en su mayoría varones negros que residen en zonas pobres. Años de violencia y un historial de racismo han dado lugar a la creación de estereotipos negativos que se interponen en la acción de la justicia. Las fuerzas de seguridad quedarán sin castigo por el asesinato de miles de jóvenes negros.

El año pasado, uno de cada cinco homicidios en Río fueron cometidos por la policía

Tiroteado por soldados cuando volvía a casa

Vitor Santiago, de 30 años, se despidió de su madre con un beso y se marchó a ver un partido de fútbol con varios amigos en un bar cercano a su casa, en la favela de Mare, en Río, el 13 de febrero de 2015. Los carnavales estaban muy cerca y había alegría en el ambiente mientras conducía de regreso a casa con sus amigos, ya de madrugada.

De repente, había soldados por todas partes y un puesto de control militar ante ellos. Sin previo aviso, empezaron a llover balas sobre el automóvil de los amigos. Vitor fue alcanzado por dos balas que le perforaron el pulmón le alcanzaron la columna vertebral.

“No sentía las piernas. Si la bala hubiera entrado un poco más arriba habría terminado paralizado del cuello para abajo.”

Vitor entró en coma. Hoy, sufre parálisis de cintura para abajo. No se ha realizado una investigación efectiva sobre los disparos que le costaron la movilidad y una pierna, y tampoco se ha llevado a nadie ante la justicia.

No sentía las piernas. Si la bala hubiera entrado un poco más arriba habría terminado paralizado del cuello para abajo.

Vitor Santiago