La nueva aplicación “Botón de Pánico” ofrece una red de seguridad a los activistas de derechos humanos

Los activistas de derechos humanos de algunos de los Estados más represivos del mundo tendrán mejor acceso a la ayuda cuando estén en peligro de sufrir un ataque gracias a una aplicación inteligente de fácil uso que ha lanzado hoy Amnistía Internacional.

“Botón de Pánico” es una aplicación móvil para Android que convierte el teléfono inteligente del usuario en una alarma secreta que se puede activar rápidamente en caso de emergencia, alertando a otros activistas y permitiéndoles responder con más rapidez.

“Defender los derechos humanos es una tarea increíblemente peligrosa en muchas partes del mundo, donde los activistas sufren desde amenazas hasta la cárcel e incluso la tortura como castigo por su legítima labor”, afirmó Tanya O’Carroll, encargada del área de tecnología y derechos humanos de Amnistía Internacional.

“Con la introducción de la tecnología en la lucha por los derechos humanos, ‘Botón de Pánico’ aporta una nueva herramienta para alertar con un solo clic a otros del peligro que podrían correr.”

Una activista de Filipinas que ha probado la aplicación declaró: “Espero no tener que usarla en el futuro, pero la amenaza es tan real que tener una herramienta como ‘Botón de Pánico’ podría ser útil en una emergencia”.

Protección frente al peligro

En países del todo el mundo, las personas a las que se considera una amenaza para la autoridad del Estado son habitualmente objeto de secuestro, detención y desaparición forzosa, muchas veces sin previo aviso.

“Botón de Pánico” proporcionará a miles de activistas que cada día están en peligro de sufrir persecución y detención una nueva herramienta en su lucha por la justicia.

Ya se puede visitar el sitio web oficial de la aplicación “Botón de Pánico”.

Amnistía Internacional espera que activistas y ciudadanos ayuden a mejorar la herramienta descargando y probando “Botón de Pánico” en su país en la fase beta (de prueba).

Reducir el riesgo

Las autoridades saben que los activistas coordinan reuniones, protestas y otras actividades con el teléfono móvil y han aumentado su capacidad de vigilancia para monitorear y rastrear a activistas y periodistas.

En un intento de mitigar algunos de estos riesgos, la herramienta “Botón de Pánico” está oculta en la pantalla y pide a los usuarios un código para acceder a la aplicación. 

La alarma en sí se activa rápidamente al presionar el botón de encendido del teléfono, tras lo cual se envía un SMS a tres contactos elegidos e introducidos previamente por el usuario, a los que alerta de la llamada de socorro.

Si se activa el GPS, el mensaje incluye el enlace a un mapa que muestra las coordenadas del usuario. Éste puede configurar la aplicación para que actualice periódicamente su ubicación y su red sepa dónde está cada pocos minutos cuando la aplicación está activa.

“Estamos trabajando ahora con activistas de 16 países sobre el uso de la herramienta y la creciente y omnipresente amenaza de la vigilancia, para que conozcan bien los riesgos que asumen al usar un teléfono móvil en su labor”, dijo Tanya O’Carroll.

Un botón de pánico global

Tras recibir el año pasado 100.000 libras esterlinas de los premios Google Global Impact Awards, Amnistía Internacional empezó a probar la aplicación con defensores y defensoras de derechos humanos de tres regiones del mundo.

Durante seis meses, cientos de activistas de Filipinas, Centroamérica y África Oriental están probando y recibiendo formación sobre el uso de “Botón de Pánico”. También se les adiestra para que puedan enseñar a usarlo a otras personas, garantizando así que la herramienta llegue lo más lejos posible hasta quienes más la necesitan.

Tras las pruebas piloto realizadas en Filipinas y Centroamérica en marzo de este año, los defensores de derechos humanos subrayaron lo importante que es esta herramienta en su labor y el efecto que podría tener en muchas otras personas de su país.

“‘Botón de Pánico’ es una herramienta fundamental de alerta, pero también lo es para diseñar un plan de seguridad y articularlo con nuestros contactos de forma que sea un plan estratégico y coordinado. El taller nos ha hecho sentarnos a pensar lo que haríamos y cómo podríamos garantizar un mayor grado de seguridad para los defensores de derechos humanos”, afirmó un activista de derechos humanos de México.

Sigue aquí los progresos de las pruebas regionales de “Botón de Pánico”.