La Unión Europea (UE) y sus Estados miembros están incumpliendo su compromiso de apoyar y proteger a los defensores y defensoras de los derechos humanos que se enfrentan a ataques y amenazas mortales cada vez mayores. Así lo muestra un nuevo informe publicado hoy por Amnistía Internacional.
El informe Defending Defenders? An Assessment of EU Action on HRDs revela que la UE puede ofrecer y de hecho ofrece protección fundamental a defensores y defensoras de los derechos humanos en todo el mundo, pero con demasiada frecuencia guarda silencio sobre los abusos contra los derechos humanos que se cometen en ciertos países, y deja a defensores y defensoras en situación de grave peligro.
Cuando la UE y sus Estados miembros defienden a los defensores y defensoras de los derechos humanos, puede significar la diferencia entre la libertad o el encarcelamiento, entre la vida y la muerte. Pero cuando no actúa, los defensores y defensoras quedan abandonados a su suerte, lo que puede tener un impacto perjudicial para ellos y para las comunidades para las que trabajan.
Eve Geddie, directora de la Oficina de Instituciones Europeas de Amnistía Internacional
“Nuestra investigación muestra serias incoherencias en lo que se refiere a la aplicación de las políticas de la UE para proteger a quienes defienden los derechos humanos. Por ejemplo, la UE apoya a menudo a defensores y defensoras de China para intentar que se conozca su terrible situación. Por el contrario, las intervenciones públicas de la UE en Arabia Saudí son prácticamente inexistentes en medio de una grave represión de la disidencia: es evidente que mantener una relación estrecha con el Reino es más importante que los motivo de preocupación en materia de derechos humanos.”
La falta de estrategia socava el apoyo a quienes defienden los derechos humanos
Amnistía Internacional analizó la aplicación de las directrices de la UE para la protección de los defensores y defensoras de los derechos humanos en cinco países: Arabia Saudí, Burundi, China, Honduras y Rusia. Su análisis incluyó conversaciones con defensores y defensoras de esos países y con integrantes de los cuerpos diplomáticos de la UE.
Los activistas de todos los países manifestaron la diferencia que puede suponer el apoyo de la UE para su trabajo y su vida ante la creciente represión. Sin embargo, sus testimonios revelaron también cómo con frecuencia la falta de estrategia minaba la acción de la UE en apoyo de quienes defienden los derechos humanos.
Amnistía Internacional encontró grandes diferencias entre la manera en que la UE y sus Estados miembros apoyan a los defensores y defensoras en los cinco países analizados.
Las crecientes restricciones que están asfixiando a la sociedad civil de Arabia Saudí no han recibido una respuesta clara de la UE, que rara vez habla públicamente en favor de defensores y defensoras, si es que en alguna ocasión lo hace. Mientras tanto, pese a las complejas relaciones con China, la UE utiliza mucha más diplomacia pública para exponer los casos de defensores y defensoras que sufren acoso, detención arbitraria y tortura en ese país.
Estas incoherencias socavan la credibilidad y la solidez de la política de la UE en materia de defensores y defensoras de los derechos humanos a nivel mundial. En un momento en el que defensores y defensoras de las mujeres, del colectivo LGBTI y los pueblos indígenas, así como quienes trabajan en cuestiones relacionadas con la tierra, el territorio y el medioambiente están especialmente amenazados, es más urgente que nunca que la UE actúe en apoyo de quienes se atreven a hablar en favor de los derechos humanos.
Eve Geddie
“Se trata de periodistas, profesionales del derecho o la salud, docentes y activistas que defienden nuestros derechos, los de todas las personas. Sin embargo, demasiado a menudo, la UE incumple su potencial como paladín de los derechos humanos actuando por debajo de sus posibilidades.”
Las débiles respuestas de la UE a los crecientes riesgos a los que se enfrentan quienes defienden los derechos humanos han incluido la ausencia de declaraciones públicas en determinados países, o declaraciones que no reflejan la gravedad de la situación a la que se enfrentan defensores y defensoras. Además, las declaraciones de la UE habitualmente no se traducen a las lenguas oficiales ni se comparten en las redes sociales.
Sin embargo, cuando la UE actúa, consigue que las cosas cambien.
En casos emblemáticos de defensores y defensoras de los derechos humanos en Rusia que se enfrentaban a procesamientos infundados, como Oyub Titiev y Valentina Cherevatenko, la acción coherente, de alto nivel y coordinada de la UE y sus Estados miembros contribuyó a la decisión de las autoridades de reducir o incluso retirar los cargos contra ellos.
Pero la inacción de la UE abandona a su suerte a defensores y defensoras. Cuando Mohammed al-Otaibi, defensor de los derechos humanos de Arabia Saudí, fue deportado desde Qatar a pesar de que Noruega le había concedido un visado por razones humanitarias, los miembros de la UE no salieron en su defensa, y agravaron así la injusticia a la que se veía expuesto.
El apoyo de la UE puede tener un impacto positivo para quienes defienden los derechos humanos
El 30 de agosto de 2019, varias defensoras de los derechos humanos expusieron sus preocupaciones a la alta representante Mogherini y a los ministros y ministras de Asuntos Exteriores de la UE cuando fueron invitadas a una reciente reunión de ministros y ministras de Asuntos Exteriores celebrada en Helsinki.
Una de las defensoras, Memory Bandera Rwampwanyi, de Uganda, dijo: “Mi organización colabora directamente con la UE y agradecemos su crucial apoyo, tanto económico como técnico, para los defensores y defensoras de los derechos humanos en la subregión de África Oriental y el Cuerno de África. Sin embargo, también he visto que la UE se encuentra claramente en una disyuntiva cuando entran en juego intereses empresariales u otros intereses esenciales. Es importante que la UE continúe su trabajo, pero éste debe estar guiado por la experiencia de las personas que defienden los derechos.”
En Burundi y Honduras, la investigación de Amnistía Internacional puso de manifiesto algunos problemas complejos a los que se enfrentan quienes defienden los derechos humanos. Los defensores y defensoras que trabajan sobre cuestiones relativas a la tierra, el territorio y el medio ambiente son objeto de ataques específicos en Honduras, mientras que la mayoría de los defensores y defensoras de Burundi están en detención o en el exilio.
El informe identifica varias prácticas positivas e incluso innovadoras por parte de la UE para apoyar a defensores y defensoras de estos países y otros, pero estos enfoques no parecen estar sistematizados ni ser compartidos entre países.
“La UE y sus Estados miembros necesitan un enfoque más estratégico y visible para apoyar y proteger a las personas que están en situación de riesgo por defender los derechos humanos y por realizar su crucial labor”, ha declarado Eve Geddie.
“Un buen comienzo sería que los ministros y ministras de Asuntos Exteriores de la UE afirmaran su compromiso de promover y proteger la labor de defensa de los derechos humanos mediante conclusiones del Consejo de Asuntos Exteriores.”
Si desean más información o concertar una entrevista, pónganse en contacto con oficina de prensa de Amnistía Internacional , en [email protected], +32 2 548 27 73 o +32 483 680 812.