En respuesta a las lluvias torrenciales y las nevadas inesperadas en Pakistán que han provocado la muerte a 45 personas, de las que al menos 27 son niños y niñas, Ann Harrison, asesora sobre Justicia Climática de Amnistía Internacional, ha declarado:
“Los fenómenos meteorológicos extremos recientes ejemplifican la extremada vulnerabilidad climática que afronta Pakistán, así como la falta de preparación para brindar protección a las comunidades y las poblaciones más expuestas al riesgo. La enorme y desafortunada pérdida de vidas de niños y niñas subraya el hecho de que la población joven corre especial peligro debido a estos cambios”.
Los retrasos en la designación del Consejo del Fondo para Pérdidas y Daños, compuesto por 26 miembros, y en el inicio de sus reuniones no deben desbaratar el cronograma establecido para la operacionalización del fondo en 2024.
Ann Harrison, asesora sobre Justicia Climática de Amnistía Internacional
“Las fuertes lluvias y nevadas fuera de temporada han destruido por completo cientos de viviendas y afectado a cultivos en Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán, zonas que todavía se resienten de las devastadoras secuelas de las inundaciones de 2022 en el país. Amnistía pide al gobierno que no sólo proporcione ayuda humanitaria de emergencia, sino también asistencia para la rehabilitación, a fin de garantizar la seguridad alimentaria y que las comunidades puedan reconstruir su vida.
Esta carga no debe soportarla Pakistán solo; la comunidad internacional debe dar prioridad a agilizar la puesta en marcha y capitalización del Fondo para Daños y Pérdidas, a fin de garantizar que los países vulnerables al clima, como Pakistán, reciben la ayuda que necesitan para abordar las consecuencias inevitables del cambio climático de las que no son responsables.
Los retrasos en la designación del Consejo del Fondo para Pérdidas y Daños, compuesto por 26 miembros, y en el inicio de sus reuniones no deben desbaratar el cronograma establecido para la operacionalización del fondo en 2024.”
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Las fuertes lluvias y nevadas registradas en todo el país han causado 40 muertes en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, 5 en Baluchistán y decenas de personas heridas desde el 26 de febrero. La catástrofe también ha provocado pérdidas masivas de viviendas, ganado, cultivos e infraestructuras.
En la COP27 de 2022 se alcanzó un acuerdo para crear el Fondo para Pérdidas y Daños. El año pasado, en la COP28 de Dubái, algunos Estados prometieron una financiación muy limitada para el fondo: ínfima, al lado de los 7 billones de dólares en subvenciones que muchos Estados, incluidos algunos de estos donantes, conceden anualmente para apoyar al sector de los combustibles fósiles.
Se necesitan miles de millones de dólares para capitalizar suficientemente el fondo y poder iniciar la distribución de financiación. Los Estados con mayores ingresos y mayor responsabilidad por las emisiones históricas de gases de efecto invernadero, así como otros Estados productores de combustibles fósiles con rentas altas, deben incrementar rápidamente su provisión de financiación adecuada, predecible, nueva y adicional, principalmente en forma de subvenciones, no de préstamos, para que las personas y comunidades afectadas, especialmente en los Estados con menores ingresos, accedan a la ayuda necesaria para hacer frente a las pérdidas y daños actuales y futuros derivados del cambio climático.